5 cosas que no sabías de León Tolstói

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El conde Lev Nikolaévich Tolstói fue uno de los más grandes escritores de todos los tiempos, pero su figura también goza de fama por lo excéntrico y enigmático que era.

Conoce estas cinco partes de su vida que, seguramente, desconocías y que te harán conocer mejor a este gran escritor.

1- Tolstoi era un adicto a la mejora de sí mismo.

Inspirado en parte por las 13 virtudes que Benjamín Franklin explicó en su autobiografía, Tolstoi creó una lista aparentemente interminable de reglas por las que aspiraba a vivir. Mientras que algunas parecen bastante accesibles para los estándares actuales (en la cama a las 10 y a las 5, con no más de una siesta de 2 horas; comer con moderación y evitar los alimentos dulces), otras ofrecen una visión de la lucha de toda la vida de Tolstoi con sus demonios personales; como su deseo de limitar sus visitas al burdel a sólo dos al mes, y su auto-admonición sobre sus hábitos juveniles de juego.

A partir de su adolescencia tardía, esporádicamente llevaba un “Diario de Ocupaciones Diarias”, explicando minuciosamente cómo pasaba el día y explicando claramente cómo pensaba pasar el día siguiente. Como si esto no fuera suficiente, también compiló una lista cada vez mayor de sus fracasos morales, e incluso encontró tiempo para crear guías que regían todo, desde escuchar música hasta jugar a las cartas mientras estaba en Moscú.

En definitiva, Tolstói era un loquillo de las to-do list y de la productividad.

2- La esposa de Tolstoi ayudó a que “Guerra y Paz” llegara a la meta.

En 1862, Tolstoi, de 34 años, se casó con Sophia Behrs, de 18 años, hija de un médico de la corte, pocas semanas después de que la pareja se conociera. Ese mismo año, Tolstoi comenzó a trabajar en lo que se convertiría en “Guerra y Paz“, completando el primer borrador en 1865. Casi de inmediato, Tolstoi se puso a revisar… y revisar… y revisar, con Sofía responsable de escribir cada versión a mano (a menudo usando una lupa para descifrar los garabatos de Tolstoi en cada espacio de la página, incluyendo los márgenes).

Durante los siete años siguientes, reescribió el manuscrito completo ocho veces (y algunas secciones individuales casi 30 veces), todo ello mientras daba a luz a cuatro de los 13 hijos de la pareja y administraba sus asuntos de bienes y negocios.

3- La Iglesia Ortodoxa Rusa lo excomulgó

Tras la exitosa publicación de Anna Karenina en el decenio de 1870, Tolstói, cada vez más incómodo con sus antecedentes aristocráticos y su creciente riqueza, sufrió una serie de crisis emocionales y espirituales que le llevaron a cuestionar su creencia en los principios de la religión organizada, que consideraba corruptos y contrarios a su interpretación de las enseñanzas de Jesucristo.

El rechazo de Tolstói a los rituales religiosos y sus ataques al papel del estado y al concepto de los derechos de propiedad, lo llevaron a chocar con las dos entidades más poderosas de Rusia. A pesar de su linaje aristocrático, el gobierno zarista lo puso bajo vigilancia policial, y la Iglesia Ortodoxa Rusa lo excomulgó en 1901.

4- Inspiró un culto y a Gandhi.

Mientras que los líderes religiosos y reales de Rusia esperaban disminuir la popularidad de Tolstói , rápidamente comenzó a atraer adeptos a su nueva fe, que mezclaba el pacifismo con el anarquismo cristiano y abogaba por vivir un estilo de vida moral y físicamente ascético. Docenas de estos nuevos “Tolstoyanos” se mudaron a la finca del autor para estar más cerca de su líder espiritual, mientras que otros miles de personas establecieron asentamientos en Rusia y en todo el mundo.

Aunque muchas de estas comunas duraron poco tiempo, algunas siguen funcionando hasta hoy, incluyendo al menos dos en Inglaterra. Entre los que se vieron influidos por las creencias sociales de Tolstói se encontraba Mahatma Gandhi, que estableció una colonia cooperativa con el nombre de Tolstói en Sudáfrica y mantuvo correspondencia con el autor, atribuyéndole su propia evolución espiritual y filosófica, en particular con respecto a las enseñanzas de Tolstói sobre la no resistencia pacífica al mal.

5- Tolstoi y su esposa tuvieron uno de los peores matrimonios de la historia de la literatura.

A pesar de la atracción inicial de la pareja y de la inestimable ayuda de Sofía a su obra, el matrimonio de Tolstoi estaba lejos de ser sereno. Las cosas se pusieron feas cuando él la obligó a leer sus diarios, llenos de sus hazañas sexuales premaritales, la noche antes de su boda. A medida que crecía el interés de Tolstoi por los asuntos espirituales, su interés por su familia disminuyó, dejando a Sofía con la carga de llevar sus cada vez más grandes negocios y de navegar por los siempre fluctuantes estados de ánimo de Tolstoi.

En la década de 1880, con los discípulos de Tolstoi viviendo en la finca de la familia y el autor calzando sus propios zapatos y vistiendo ropa de campesino, una Sofía cada vez más enfadada le exigió que cediera el control de sus derechos de publicación, para que no llevara a su familia a la bancarrota. Para 1910, el profundamente infeliz autor de 82 años ya había visto suficiente. Huyó de la casa familiar en medio de la noche con una de sus hijas, con la intención de establecerse en una pequeña parcela de tierra propiedad de su hermana. Su desaparición causó sensación en los medios de comunicación, y cuando apareció en una estación de ferrocarril unos días más tarde, también lo hizo un equipo de noticias (con una cámara de cine a remolque), una gran multitud y su esposa. Ya con mala salud, Tolstoi se negó a volver a casa, y después de desarrollar una neumonía, murió en el puesto rural el 20 de noviembre de 1910.

¿Qué te parecieron estos curiosos datos de Lev Tólstoi?

Si quedaste con ganas de saber más, lee aquí la biografía completa de Lev Tolstói.

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