¿Qué es el bovarismo? El síndrome de Emma Bovary
El síndrome de Madame Bovary
El bovarismo es un síndrome piscológico que debe su nombre a Emma Bovary, la protagonista de la novela Madame Bovary del escritor francés Gustave Flaubert publicada en 1857. El bovarismo o síndrome de Madame Bovary hace referencia a un estado de insatisfacción crónica, en el que se niega o rechaza la realidad.
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¿Qué es el Bovarismo?
El bovarismo, también llamado síndrome de Madame Bovary, debe su nombre a Emma Bovary, la protagonista de la famosa novela homónima de Gustave Flaubert. En esta novela de 1857, el autor creó un personaje que destaca por su gran profundidad psicológica. La novela cuenta la historia de Emma, que está casada con el médico Charles Bovary y, a pesar de su gran amor por ella, Emma no le corresponde.
El origen de la insatisfacción conyugal de Emma se sitúa en las novelas románticas que devoraba desde pequeña, por lo que desarrolla un concepto ficticio e idealizado del amor y de las relaciones afectivas. Su marido Charles no responde a las expectativas y fantasías amorosas de Emma, no se parece a los protagonistas heroicos de las novelas juveniles. La falta de una relación de pareja apasionada y obsesiva sitúa a Emma en un estado de enorme insatisfacción emocional.
A medida que aumentan los sentimientos de monotonía, mediocridad e insatisfacción con la vida real, Emma se refugia más en las novelas de amor que leía cuando era joven. Así, comienza a fantasear con la vida amorosa que siempre había soñado, hasta el punto de alejarse cada vez más de la realidad y no ser capaz de distinguir la fantasía de la realidad.
A raíz de esta novela, el filósofo francés Jules de Gaultier acuñó este término en 1892 en su estudio sobre la novela y el personaje de Emma, El bovarismo, sicología en la obra de Flaubert. Diez años más tarde, este mismo filósofo escribió El bovarismo, una tesis sobre la psicología de los personajes de la novela de Flaubert. Por ello, el bovarismo o síndrome de Madame Bovary hace referencia a un estado de insatisfacción crónica, en el que se niega o rechaza la realidad.
Síntomas del Bovarismo: Psicología
El bovarismo en psicología se acuñó en el siglo XX, ya que a finales de los años 40 se empezó a estudiar este síndrome en el psicoanálisis. Desde la psicología es un término que se sigue utilizando para referirse a un síndrome que se caracteriza por una permanente insatisfacción y frustración debido a la no correspondencia entre las expectativas y aspiraciones, normalmente desproporcionadas y obsesivas, y la realidad, el contraste o distancia que existe entre ambas.
Los síntomas del bovarismo están relacionados con la psicología del protagonista de la novela y se han identificado los siguientes
- Expectativas irreales: Las personas con este síndrome desarrollan expectativas y objetivos fantasiosos, irreales y desproporcionados, lo que les lleva a tener una perspectiva equivocada de la realidad. También aparece la frustración ante la incapacidad de la realidad de responder a las expectativas planteadas por la persona.
- Metas imposibles: También predomina el establecimiento de metas y propósitos inalcanzables como consecuencia de las dificultades de la persona para soportar y sobrevivir a la realidad, lo que genera una intensa angustia y malestar. Hay un anhelo de cosas que están fuera del alcance de la persona; las aspiraciones no se dibujan en base a la conciencia de la propia persona y sus condiciones reales, se basan en idealizaciones subjetivas.
- Sesgo de confirmación: Este sesgo se refiere a la aceptación de la información de forma selectiva y en función de su ajuste con las expectativas e ideas distorsionadas que la persona posee, de forma que éstas acaban siendo alimentadas. En cambio, la información que contradice la realidad ficticia es rechazada. Por tanto, se produce una interpretación sesgada de la realidad y una pérdida del sentido de la objetividad y del juicio crítico.
- Negación de la realidad: la negación se utiliza como estrategia de afrontamiento y defensa. La persona con este síndrome escapa y evade la realidad, que no puede soportar, para seguir viviendo en la fantasía que ha creado. Esta negación conduce a una falta de responsabilidad por los propios actos y comportamientos.
- Falta de autoconocimiento: incapacidad de percibirse a sí misma de forma realista, la autopercepción está idealizada. Son incapaces de reconocer sus propias limitaciones y debilidades. Además, es frecuente la reacción dramática y excesiva ante cualquier pequeño conflicto, así como una actitud paranoica hacia otras personas.
Aunque el síndrome de Madame Bovary no se diagnostica como un trastorno y no aparece en el manual de diagnóstico de la psicología, es un término que se utiliza para definir una serie de características y síntomas que conducen a una alteración del comportamiento y la personalidad.
Este síndrome tiene consecuencias psicológicas en las personas que lo desarrollan y está relacionado con otros trastornos psicológicos, pero ¿A qué se asocia el síndrome bovárico? Las características que definen el síndrome de Madame Bovary están presentes en algunos de los trastornos de la personalidad, concretamente en el trastorno límite de la personalidad, el trastorno narcisista de la personalidad y el trastorno histriónico de la personalidad.
En el bovarismo, al igual que en el narcisismo, existe una imagen idealizada de la persona o de algunos aspectos de la misma, así como la existencia de sentimientos de grandeza y egocentrismo. También la tendencia al dramatismo, la exageración de las emociones y la teatralidad presente en el bovarismo es una característica de la personalidad histriónica.
Asimismo, el sentimiento crónico de vacío que caracteriza al síndrome de Madame Bovary es característico del trastorno límite de la personalidad. La insatisfacción y el descontento crónicos suelen conducir al desarrollo de síntomas de tipo depresivo y ansioso. Existe una intensa tendencia a la melancolía y a la distimia o forma crónica de depresión.
También se puede identificar la ira y la rabia, como consecuencia de la frustración con la realidad, que a veces conduce a comportamientos agresivos y/o autodestructivos. Generalmente, es debido a esta sintomatología que la persona suele acudir a terapia.